Un miércoles cualquiera cuando iba a hacer estadística pero al final no

Recuerda todas las veces que no fuimos nadie, metidos de lleno en el vacío, haciendo nada.

Intercambiando palabras que nadie diría, vacías, que no expresaban nada.

Únicamente para que nadie se fijase en que nuestros ojos hablaban de quién en ellos se reflejaban, plenamente, diciéndolo todo.

Así tú y yo sucedíamos, desbordándonos, enteramente absolutos.

Ojalá no lo hayas olvidado.

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